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lunes, 2 de mayo de 2011

QUE EL CIELO LA JUZGUE

El melodrama pasó a la historia pero, de vez en cuando, hay un momento adecuado para repasar o descubrir alguno de ellos. No cabe duda que entre los puntales del género se sitúa bien arriba Que el cielo la juzgue, película de 1945 considerada la obra maestra de su director, John M. Stahl, y un prodigio del Technicolor, por cuya fotografía Leon Shamroy se hizo con su tercer Oscar en dicha categoría. Además, para que vamos a engañarnos, cualquier ocasión es buena para el deleite con la agradable visión de Gene Tierney.

Gene Tierney
                                                                                                                                                                                                           by ondiraiduveau

Tierney es Ellen, una rica malcriada con complejo de Electra que se casa tan rápido con el escritor Richard Harland (Cornel Wilde) que él no estaba al corriente cuando se anuncia el enlace. Sin embargo, nunca podrá ser feliz, porque lo quiere sólo para ella y no soporta que otras personas den afecto al títere de su marido, que no  es más que la pantalla donde proyecta el espectro de su adorado padre muerto. No sigo contando, por si acaso, pero ya os digo que la buena de Ellen no se detendrá ante nada ni ante nadie para conseguir su propósito. 

Cornel Wilde, un habitual y acartonado actor de reparto en el cine negro y de aventuras, tuvo ocasión de elaborar el mejor papel de su irregular carrera. 1945 fue su año, porque también se metió en la piel de Chopin en Canción inolvidable, lo que le valíó la única nominació al Oscar.


Completa el plantel, entre otros, Vincent Price, repitiendo el papel del año anterior como novio de Gene Tierney en la imprescindible Laura de Otto Preminger. Ahora sólo es el prometido despechado que ella abandona sin más explicaciones para casarse velozmente con Richard. A la larga esas cosas se pagan, porque ya le advirtió que él sólo ama una vez y claro, cualquiera hace enfadar al imponente Vincent Price.

Jeanne Crain (Carta a tres esposas, Pinky, Los caballeros se casan con las morenas) es la hermana de Ellen, a quien toca sufrir como uno de los principales objetivos de su ira. Es la buena de la película y, como no, lo pasa bastante mal. Pero en eso no tiene la exclusiva, porque Danny, el hermanastro minusválido de Richard también llevará lo suyo. El pimpollo, que no lo hace nada mal, es el olvidado Darryl Hickman y en su infancia y juventud tuvo oportunidad de estar presente en títulos como Las uvas de la ira, Té y simpatía, La ciudad de los muchachos y El extraño amor de Martha Ivers

También Alfred Newman colabora lo suyo -literalmente a bombo y platillo- con el rimbombante acompañamiento musical que requería este tipo de película, incrementando así los momentos de climax melodramático.

 
De otro lado, siempre me ha hecho gracia que en este subgénero, donde Que el cielo la juzgue no es la excepción, todo el mundo y en especial las señoras, aparezca emperifollado hasta el extremo para llevar a cabo las tareas más banales. Por ejemplo, no tiene desperdicio el atuendo de la protagonista y su familia a su llegada, entre abrigos de pieles y sombreros, a un rancho de Nuevo Méjico donde, por otro lado, parece que haga bastante calor, pues ella se da un refrescante baño en el estanque poco después. Y tambien cuando Tierney prepara la comida en su campestre cabaña del lago o se levanta de la cama enjoyada, peinada y pintada como una puerta con unos camisones que podría haber llevado a una gala de los Oscar. Un presupuesto de cinco millones de dólares de la época se tiene que notar por algún lado, entre otras cosas en los veinticuatro modelitos que luce la estrella principal y que, por curiosidad, me he molestado en contar.

No quiero olvidar dar gracias a quien corresponda por el respeto al título original, "Leave her to heaven", que tanto se prestaba al gusto por ser traducido de cualquier manera. Soy un poco maniático con esas cosas y me irrita ver cómo se destrozan innecesariamente. En este caso, la traducción española es incluso mejor que la literal, algo así como "Dejádsela al cielo", pero si no me creéis aqui os dejo algunos ejemplos de la profanación en algunos paises:
Francia.- Pecado mortal
Brasil.- Amar fue mi ruina
Alemania.- Pecados capitales


 

En definitiva, nunca está de más repasar o descubrir Que el cielo la juzgue, aunque sólo sea por contemplar las escenas del paseo en barca por el lago y para darnos cuenta de que pertenece a una extinta forma de hacer cine que nunca volverá.

30 comentarios:

Patri dijo...

Gracias Dickson, por fin una peli que vi reciente y además recomendada por un buen amigo..
me gustó, me entretuvo, me mantuvo en suspense hasta el final pero creo que la mejor inversión fue sin duda los escenarios y los 24 modelitos (aprecio el esfuerzo por darnos este dato!). A Gene la he empezado a seguir hace muy poquito tiempo por lo que aún no cuento con suficiente conocimiento sobre ella pero me voy formando una opinión y esta gira en torno a su capacidad de transmitir sólo con el poder de sus ojos que por otro lado es tal, que en ocasiones, anula el resto de sus recursos. Me apunto Canción inolvidable porque la planta de Cornel Wilde me cautiva! un beso

Dickson dijo...

No hay de qué, Patri. Y bienvenida al mundo de los cautivados por la mirada de Gene Tierney. Un beso.

Clementine dijo...

Yo guardo buen recuerdo de este título, aunque lo vi hace tanto tiempo que no estaría de más volverla a ver para refrescar la memoria.
Lo que sí recuerdo muy bien es la interpretación de Gene Tierney, que me encantó en este personaje, lo hace realmente convincente.
Además, es una mujer que, de siempre, me ha parecido una de las mayores bellezas de la historia del cine. En ésta en concreto está guapísima, pero la recuerdo también impresionante en "El hijo de la furia", con Tyronne Power, y sobre todo en "La ruta del tabaco". Qué cara, una maravilla.
A mí también me molesta un montón las traducciones de los títulos de las películas, pero casi me molesta más que al sacarlas en DVD les pongan otro distinto (traducido del original o no) con lo que si buscas un película en concreto no la encuentras ni de broma.
Buena entrada, Dickson. Un beso.

Susan Lenox dijo...

Es una película maravillosa, sólo por la puesta en escena de Gene Tierny...merece la pena, la historia, también tiene lo suyo.

Mario Salazar dijo...

Me parece otro excelente clásico a descubrir, me lo apunto, Gene Tierney es una belleza pero eso ya lo sabes, eso de que aparesca Vincent Price me confirma lo que creo, que Price era mucho mejor actor que Lugosi, sin desmerecer al segundo. Sobre los títulos comparto el fastidio cuando cambian los nombres, los rótulos indican significados y estan relacionados con la película, cuando los cambian se pierde lo que interpreta el director y creador. Sobre la ropa y el excesivo arreglo de los intérpretes es criticable porque le quita credibilidad a veces a los personajes. No me queda más que decir que pienso buscar la cinta y verla, agradezco la recomendación. Un abrazo.

Mario.

Javier Simpson dijo...

La mujer protagonista de este drama furibundo era peliaguda. Enorme peli. Molodramón que va más alla de otros tipo Esplendor en la hierva o Como un torrente; tiene un algo de pesadillesco, y es que las obsesiones adquieren muchas veces ese matiz. Un saludo, Dickson, y buena entrada.

Manderly dijo...

Aunque no se trate de grandes actores, es una gran película. Y creo que Gene es perfecta para el papel.
¡¡Qué mujer!!! Que el cielo la juzgue, si!!!

Saraiba dijo...

Aún no la he visto, es una de esas obras que llevo tiempo deseando ver pero siempre queda en segundo lugar. Gracias por hablarnos un poquito de ella.

....La butaca de saraiba....

Dickson dijo...

Amiga Clementine, en "La ruta del tabaco" aún sucia y hecha unos zorros está imponente. Ah, y me alegra que alguien comparta mi afición por el respeto a los títulos que los demás ponen a sus películas. Un beso.

Dickson dijo...

Hola, Susan Lenox. Claro que la historia tiene lo suyo, pero en cantidades industriales. Saludos.

Dickson dijo...

Yote animo, Mario, a descubrir este melodrama con toques de cine negro donde llegas a acostumbrarte al vestuario desmedido como parte de su encanto. Vincent Price tiene un papel relativamente breve pero siempre deja su huella. Un abrazo y que lo disfrutes.

Dickson dijo...

Así es, Javi. Ellen era peliaguda. Más que obsesionada yo diría que una enferma mental. Sin embargo algo me lleva siempre a no resistirme en justificarla un poco. Saludos.

Dickson dijo...

No creas, Manderly. Gene Tierney no era Sarah Bernhardt pero a mi me parece que realiza su trabajo muy dignamente. Y más aquí, la que se considera por muchos su mejor película. Saludos.

Dickson dijo...

Hola, Saraiba. Pues ya va siendo hora de darle una oportunidad y te animes a verla. Teniendo en cuenta su contexto y que se trata de un melodramón con toques de cine negro al más puro estilo años cuarenta, "Que el cielo la juzgue" nunca defrauda. Saludos.

Ibán dijo...

No la he visto, pero la tengo ahí esperando, aunque ciertamente la Tirney exonera cualquier pecado..

Dickson dijo...

Pues date prisa, Ibán, porque esta señora no es de las que espera. Saludos.

Cristina dijo...

La ví hace poco, y la verdad me llevé una grata sorpresa. Los estilismos de Gene son increíbles, aunque lo cierto es que ella con poco que se pusiera encima estaba bellísima. La trama de la película es de las que te engancha, y aunque ella hacía el papel de mala malísima, la verdad es que nunca entenderé como siendo tan pérfida ,podía sentir un amor tan grande hacia su marido. Los paisajes son maravillosos, y la fotografía espléndida. Un saludo.

Dickson dijo...

Una de las cosas que a mí también me engancha es la fotografía en color, con unos escenarios naturales muy escogidos, tanto en el rancho (paisajes dignos del mejor western) como en el lago.
Por otro lado, yo no calificaría como amor lo que siente por su marido. Es claro el complejo de Electra o enamoramiento hacia un padre que no llegamos a conocer y cómo se enamora del escritor sólo porque le recuerda mucho al difunto. Saludos.

Unknown dijo...

Ummm mi madre me ha dicho un montón de veces cuanto le gustó,esta peli,creo que algo recuerdo, pero me apetece verla ya que tu la rescatas, seguro que me lo paso superbien.

Muchas gracias Un beso

Dickson dijo...

Las madres casi nunca se equivocan, así que hazle caso y no dejes de ver esta película. Un beso y gracias por pasarte.

@ngel dijo...

Hola Dickson, gracias por seguir mi blog .El tuyo es muy interesante ,además últimamente estoy viendo mucho cine clásico ya que la cartelera actual no me tira mucho ,los estrenos son muy flojos....
Por cierto creo que lo de seguidores de tu blog no te funciona ,he querido agregarme y no puedo,saludos!

Dickson dijo...

Gracias Ángel. Rebuscando entre todo lo que se estrena simepre se encuentra algo, así que no desesperes.
En cuanto al botón de seguidores no eres el primero que me lo dice, pero creí que ya estaba solucionado. yo mismo he probado a hacerme seguidor y no he tenido ningún problema. De todas formas, intentaré ver qué pasa.
Saludos.

FATHER_CAPRIO dijo...

Es una película imprescindible. Sthal da una clase magistral de como se filma la locura. Gene Tierney un lujo de belleza. La escena del lago un momento genial. Cornel Wilde un actor/director muy profesional y nada divo. Evidente el complejo de Electra. Y el emperifollamiento...Y el sombrerito con la flor.
Saludos

Dickson dijo...

Creo que no he visto nada dirigido por Cornel Wilde, habrá que investigar. Saludos, Father Caprio.

miquel zueras dijo...

Muy buena. Quizás sea la primera película con psicópata de aspecto angelical que se haya visto en el cine. Cornel Wilde dirigió y protagonizó una excelente película de aventuras africanas: "La presa desnuda",le dediqué una entrada en mi blog el pasado 26 de noviembre. Borgo.

Dickson dijo...

Tomo nota, Borgo. Echaré un vistazo a tu entrada. Gracias y saludos.

Explorador dijo...

Pensaba, al conocer el título, que es insuperable, buenísimo (el original también está bastante bien), me alegra que coincidas, con tanto engendro de traducción como hay, bien está que alguna vez se hagan las cosas bien.

Por otro lado, creo que ese cine teía cierta vocación mágica, ser mejor que la vida, aunque fuera en apariencia.

Saludos :)

Dickson dijo...

El título me parece que está a la altura de la película. Coincido contigo en la vocación mágica de este cine. Y más aún, era casi una necesidad si tenemos en cuenta el año de su estreno, es decir, el del final de la II Guerra Mundial. Saludos para tí.

David dijo...

Pendiente, pendientísima este drama con toques noir con la bella Tierney y el muy querido Vincent Price.
Espero saldar pronto esta deuda cinéfila.
Felicidades por tu entrada.

Dickson dijo...

Gracias, David. ¡Que disfrutes la película cuado saldes tu deuda! Saludos.

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