No hace mucho tiempo que me llevé una grata sorpresa al descubrir la película Flor de cactus. Rodada en 1969 como adaptación al cine de la obra teatral del mismo nombre, supuso el debut cinematográfico de una joven Goldie Hawn, muy alejada de la actriz recauchutada e inexpresiva en que ha devenido en nuestros días. Completando el reparto, Walter Matthau (inolvidable partenaire de Jack Lemmon) e Ingrid Bergman, experimentada y algo madura, de regreso a los platós de Hollywood por primera vez tras su exilio de 1949, causado por un sonado adulterio con Roberto Rossellini como tercero en discordia.
Su director, el nonagenario Gene Saks, con sólo cinco títulos en su haber, aborda aquí su tercer trabajo en cine, avalado por sus películas anteriores: Descalzos en el parque y La extraña pareja. La historia, narrada en tono de comedia, gira en torno a un dentista, soltero vocacional (W. Matthau), que utiliza a su enfermera sueca (Ingrid Bergman) para hacerla pasar por su mujer frente a su joven novia (Goldie Hawn) y evitar con ello la temida boda.
La banda sonora corre a cargo del legendario músico y productor Quincy Jones, nominado a los Globos de Oro por la mejor canción original, junto a Ingrid Bergman como mejor actriz y Goldie Hawn por la mejor actriz de reparto, alzándose finalmente ésta con el galardón y con el Oscar en idéntica categoría. Con ese palmarés, me resulta aún más extraño que Flor de cactus haya caido en el olvido, pues esta agradable comedia merece realmente ser descubierta o revisada.
Precisamente hoy, 25 de Febrero de 2011, se estrena en España Sígueme el rollo, innoble remake de Flor de cactus perpetrado por Adam Sandler y Jennifer Aniston, aunque me da a mí en la nariz que voy a estar muy, pero que muy ocupado para acercarme al cine.
2 comentarios:
Pues me apunto ya esta película, que conozco pero no he visto, que esas otras dos que has mencionado de Gene Saks me parecen dos joyas de la comedia americana.
Ah, yo también he quedado y tampoco podré ir a ver al cine ese remake.
Clementine, siento de verdad que tampoco puedas ir a verla. Otra vez será.
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