 |
| Elizabeth Taylor |
Llevo unos últimos días muy complicados, casi sin tiempo para escribir en Los ojos del kinetoscopio. Sin embargo, la muerte de Elizabeth Taylor me hace tirar del freno de mano por unos minutos, en plan paren el mundo que me bajo.
En este momento dejo a otros las consideraciones sobre su trayectoria artística y personal, para homenajear a una de las miradas más cautivadoras que se han podido contemplar frente a las cámaras a lo largo de la Historia del Cine. Y es que la muerte de Liz Taylor no va a hacer que los ojos de color violeta se cierren para siempre, porque la magia del Cine para que el adiós a los clásicos sea un poco menos doloroso, reside en hacerlos revivir un poco cada vez que los vemos en pantalla. Esta noche, sin ir más lejos, Elizabeth Taylor volverá a mi casa para ser de nuevo La gata sobre el tejado de zinc, la Ángela Vickers de Un lugar en el sol, Ruth en La senda de los elefantes, la Susanna Drake de El arbol de la vida o la mismísima Cleopatra. ¡Hasta la próxima (vez que vea una de tus películas), Elizabeth Taylor!
4 comentarios:
Eterna Liz Taylor nunca morirá.
Dickson! me alegra tu vuelta pero me entristece al mismo tiempo! precioso relato sobre Liz. Es emocionante leer la cantidad de expresiones de sentimientos que hay en la red sobre Liz. Ciertamente es una de las grandes y para mi la más bella - la tengo en mi perfil desde el comienzo y creo que fue casi de manera natural, sin ser consciente de ello, pienso en alguien bello y pienso en Liz. La seguiremos admirando en sus peliculas. Billie
Hasta la próxima mía, Liz, que será sin duda alguna "Un lugar en el sol". Bonito homenaje, Dickson.
- Así es, Julius. Mientras veamos sus películas, Elizabeth Taylor permanecerá entre nosotros.
- Billie, imagino cuanto te entristece la pérdida de Liz. Al hilo de tu comentario confieso, con agrado, que me ha sorprendido la amplia cobertura recibida a su muerte en blogs y medios de comunicación.
- Gracias, Clementine. Espero ansioso tu entrada. Precisamente esta noche, como vaticiné en la mía, una Liz Taylor más viva que nunca ha estado en mi casa convertida en Angela Vickers, con un aspecto más que saludable y aseguro que no será la última vez.
Publicar un comentario