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jueves, 19 de mayo de 2011

DEJAR HUELLA EN HOLLYWOOD

Casi nadie recuerda a Norma Talmadge, una de tantas estrella del cine mudo que no superaron el paso al cine sonoro. Cuentan, sin embargo, que un accidente casual sufrido por la artista tiene la culpa de una de las tradiciones hollywoodienses que perdura hasta nuestro tiempo. Un día de 1927 pasaba frente a las obras de construcción del Teatro Chino de Grauman cuando tropezó y estampó sus huellas en cemento fresco, lo que fue aprovechado por los propietarios de la sala para implantar una tradición que, ocho décadas después, sigue siendo un honor para cualquier actor de Hollywood que se precie.

                                                                                                                           by espensorvik
Grauman’s Chinese Theatre in Hollywood by espensorvik, on Flickr
Fachada del Teatro Chino de Grauman

Otros dicen que Jean Klossner, constructor de la obra, tenia por costumbre dejar sus huellas en cada trabajo y cuando lo vió su propietario, Sid Grauman, ideó sacar partido del asunto invitando a la flor y nata de la ciudad a hacer lo mismo. Eso explicaría que la primera ceremonia fuese la de los actores y copropietarios del Teatro Chino, Douglas Fairbanks y Mary Pickford, celebrandose la de Talmadge un mes más tarde.  
                                                                                                                            

                                                       by carbonated
norma talmadge ostrich plumes, 1919 by carbonated, on Flickr 
Norma Talmadge
La cosa llegó a tener tal éxito que, además de los fines propagandísticos con que se impulsó la idea, cada ceremonia se convertía en un espectáculo en sí misma. Por un momento, centenares de curiosos, cinéfilos, niños y mayores podían estar más cerca de sus admiradas estrellas de lo que nunca imaginaron. Es fácil suponer que alguno sufriría taquicardias en uno de los días más gloriosos del evento, que tuvo lugar el 24 de julio de 1942. Nada menos que este reparto de actores inmortalizó su impronta a las puertas del teatro en esa fecha: Charles Boyer, Charles Laughton, Rita Hayworth, Henry Fonda y Edward G. Robinson. ¡Ahí es nada!


                                                                                                                                                                                                                           by Martin & Julia
Los Angeles 2010 by Martin & Julia, on Flickr
Pies y puño de John Wayne
Pero a lo largo de los años no todos los protagonistas se han limitado a marcar pies y manos sobre el cemento. Dos centenares de ceremonias han dado para mucho. Desde ver a John Barrymore hundiendo el perfil de su cara hasta Jimmy Durante apretando contra la mezcla su famosa nariz. Betty Grable dejó como recuerdo imborrable la señal de una  de sus piernas y el duro John Wayne la impronta de su puño. Harold Lloyd dibujó sus gafas y Groucho Marx estampó la marca de su inseparable puro.  


                           


Hoy día, el Teatro Chino de Grauman continúa siendo el marco elegido para el estreno mundial de numerosas peliculas y aún acoge ceremonias de las huellas, ahora abiertas a otros famosos que nada tienen que ver con el Séptimo Arte. No obstante, la Historia del Cine plasmada sobre el cemento durante décadas seguirá atrayendo cada año a miles de curiosos.



23 comentarios:

Diego Fernández dijo...

Hola Dickson, es la primera vez que me paso por tu blog y me ha encantado la entrada: removiendo los cimientos de la cinematografía con anécdotas e historias muy interesantes. Me añado de seguidor.

un saludo desde "el hombre de cristal"!!

Dickson dijo...

¡Bienvenido, Diego! Es que, de vez en cuando, me gusta rebuscar en las historias del viejo Hollywood. En cuanto pueda me paso por el hombre de cristal. Saludos.

Mario Salazar dijo...

Me parece una buena tradición, un poco de "vandalismo" legal, debe ser divertido ver todas esas huellas que deben ser muchas. Un abrazo.

Mario.

Cristina dijo...

No tenía ni idea de esta curiosa anécdota. A la actriz que citas la conocia por ser una de las estrellas más importantes que dió el cine mudo, que por otra parte y aunque parezca un poco raro me encanta. Me ha interesado y entretenido mucho esta entrada. Un beso.

Manderly dijo...

El caso es que fue una idea que todavía a día de hoy sigue siendo todo un acontecimiento cinematográfico y un honor para los actores!
Saludos!

Dickson dijo...

Mario: creo que las huellas son más de doscientas y se extienden a lo largo de una especie de plaza que se forma frente a la entrada. Saludos.

Dickson dijo...

Pues yo sólo conocía por referencias a Talmadge (y a su hermana, que también dejó sus huellas algo después), aunque sabía de su importancia en el cine mudo. Gracias por pasarte, SqSmaravillosa. Un beso.

Dickson dijo...

Así es, Manderly. A pesar del tiempo transcurrido, la tradición sigue muy viva. Saludos.

Patri dijo...

Original y muy interesante Dickson,
¿como puede un acto tan poco glamourouso como el de echarse en el suelo y jugar con el cemento, parecer tan sensual? Sólo Marilyn tiene la clave!. Me has descubierto un gran momento! Gracias!
Saluditos

Clementine dijo...

Muy curiosa esta entrada, Dickson, me ha encantado. A mí me parece muy bien esta tradición, no deja de ser un recuerdo directo de las mismísimas estrellas del cine.
Yo sí he estado ahí, merece mucho la pena verlo. E incluso me traje mi foto junto a las huellas de Henry Fonda, y tan contenta. Un beso.

Dickson dijo...

Ya veo que te ha gustado el video, Patri. Un gran momento, aunque lamento no haber podido obtener otro de mejor calidad. De todos modos, el instante lo merecía. Saludos.

Dickson dijo...

Gracias, Clementine. la verdad es que me hubieras decepcionado si habiendo estado allí no te hubieras aproximado a las huellas del gran Fonda. Un beso.

deWitt dijo...

Qué curiosa entrada! Recuerdo y tengo presente a Talmadge pero siempre había creido la version Pickford/Fairbanks! La caída de Norma la desconocía!!

Me ha gustado mucho esta entrada!

Un saludo

David dijo...

Yo también he estado en el Teatro Chino y es una de las visitas imprescindibles que todo amante del cine debe hacer si visita L.A:
La verdad que es una cosa muy curioa eso de medir tus pies y manos con las de tus heroes de la pantalla... desde luego medirte con el Duque es algo inevitable :D
Saludos.

Dickson dijo...

Me alegro que te guste, deWitt. Y debo decirte que la versión Talmadge del asunto fue la original, la primera y única que trascendió durante mucho tiempo, aunque ahora se de más crédito a la otra. Saludos.

Dickson dijo...

A la vista de la foto, Wayne debió comparecer a la cita caracterizado como Dios manda, con sus botas y todo. Saludos.

Sandra Mantas dijo...

Que historia tan curiosa. Como dices, no tengo ubicada a la actriz de cine mudo que dio paso a la tradición, pero al menos ha pasado a la posteridad. No tenfo la suerte de David de haber visitado L.A., pero si algún día lo hago, seguro lo recordaré como visita imprescindible. Un abrazo.

CINEXIM dijo...

Qué entrada más deliciosa, ese mometo Talmadge por los suelos es impagable!!!!

Me da problemas hacerme seguidor tuyo, a ver ahora...

Gracias por la visita!!!

Dickson dijo...

Pues yo tampoco lo conozco en persona, aunque no creas que me faltan ganas. Un abrazo, David.

Dickson dijo...

Bienvenido, Cinemix. A mi también me hace gracia imaginar tirada por los suelos a la diva que, en la foto, a duras penas se adivina entre las plumas. Saludos.

Lala dijo...

Muy interesante tu post Dickson. No conocía a la actriz que comentas. El vídeo me ha encantado, que bella Marilym y pensar que Penelope cruz tiene sus huellas también!!! ahhhhhh!! y hasta un Óscar!! en fin! ese suelo es para estrellas de verdad y yo, personalmente, no la veo tan estrella a esta pe!! es mi opinión, claro esta. Pero no hay comparación posible con los grandes del cine clásico.

Un besote

Dickson dijo...

Ya ves, Lala. A mi también me encantaría retirar las huellas de más de uno, sobre todo entre los más recientes. Ya que la mencionas, Penélope Cruz me parece una chica muy guapa y fotogénica pero mediocre como actriz a quien sólo Almodovar sabe sacarle provecho. Un beso.

Lala dijo...

Que razón tienes, solo Almodovar lo logra.

Besos

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